Hasta el 15% de las mujeres llegan a sufrir la pérdida de un embarazo de manera común.
A nivel mundial se considera que si una mujer a sufrido la pérdida de tres o más embarazos, tiene un problema conocido como ¨pérdida gestacional recurrente¨ (PGR), ¨pérdida fetal recurrente¨ (PFR), ¨aborto recurrente¨ o ¨aborto habitual¨.
En CEFENOR sabemos que una mujer no debe experimentar tres o más pérdidas gestacionales para empezar a obtener respuestas. Experimentar la pérdida de un solo embarazo es un evento trágico que nadie debe volver a sufrir, las expectativas frustradas y el miedo a que vuelva a suceder, son elementos que generan gran estrés, miedo, ansiedad y angustia a la mujer y a su pareja.
Algunos médicos tambien reconocemos entre las formas de infertilidad relacionadas con la pérdida gestacional se encuentran la ¨falla para implantación¨ que afecta a la mujer que ha efectuado dos o más tratamientos de fertilización in vitro o ICSI sin haber logrado implantar algún embrión en el útero, y al ¨embarazo ectópico¨ (EE) que representa al embarazo donde el embrión se ha implantado fuera del útero, donde no se cuenta con un desarrollo normal y termina en pérdida.
El embarazo ectópico (EE):
El embarazo ectópico es la implantación del embrión fuera del útero.
En más de 90% de los casos se presenta en una trompa de Falopio o ¨tubo¨ donde el embrión no puede desarrollarse y muere, Este puede llegar a poner en peligro la vida de la madre si se presenta hemorragia interna.
El EE se relaciona con alteraciones para la migración del óvulo o huevo fecundado a través de las trompas, desde el ovario hasta el interior del útero. Se asocia a daño del recubrimiento interno de la trompa de Falopio donde normalmente existen cilios que transportan al óvulo fecundado o embrión, este daño tubario se traduce en un indadecuado transporte del embrión que no alcanza el interior del útero, donde habitualmente anida. Haciendo que el embrión se implante en cualquier sitio del trayecto de la trompa, siendo este lugar muy desfavorable para su desarrollo, detiene su crecimiento y muere generando con frecuencia, dolor abdominal, sangrado vaginal y en la pélvis.
La causa del daño interno en las trompas de Falopio se asocia a infecciones causadas por bacterias entre las que se encuentran las ocasionadas por Chlamydia. También se ha asociado a alteraciones en el sistema inmune de la madre que al enviar señales erróneas, tolera que el embrión se implante fuera del útero aún en la presencia de trompas de Falopio sanas. Algunos inmunólogos reproductivos han observado con frecuencia alteraciones inmunológicas en mujeres que han presentado embarazos éctopicos en forma repetida y no cuentan con alteraciones infecciosas o daño en el interior de las trompas de Falopio.
La ¨Pérdida gestacional recurrente¨ o ¨Aborto de repetición¨ se asocia a diferentes causas, en general:
Infección 1%
Alteraciones anatómicas del útero 10%
Falla hormonal, nivel bajo de progesterona 20%
Alteraciones cromosómicas del embrión 2 a 7%
Mecanismos inmunes 50%
Alteraciones anatómicas:
Alteraciones físicas que alteran la forma o la capacided interior del útero pueden llevar a experimentar infertilidad o la pérdida frecuente de embarazos.
La presencia de defectos congénitos del útero como tabiques y malformaciones uterinas pueden impedir la implantación del embrión y el desarrollo normal del embarazo, conduciendo a la pérdida de más de un embarazo en muchas mujeres.
El diegnóstico se establece generalmente en la primera consulta al efectuar ultrasonido pélvico y en algunas contadas ocasiones se requiere de estudios complementarios como rayos X o resonancia magnética nuclear.
Generalmente se resuelve mediante un procedimiento de cirugía del útero por vía vaginal que es la histeroscopia, es relativamente fácil, segura y de mínima invasión, en muy pocos casos se debe recurrir a la cirugía abierta para corregir malformaciones del interior del útero. El porcentaje de exito para detener la pérdida gestacional en los siguientes embarazos es cercano al 100%.
La presencia de defectos adquiridos de la cavidad del útero como polipos, miomas, sinequias (adherencias) y estenosis cervical (canal del cuello obstruido). Llegan a impedir un adecuado transporte de espermas y embriones y de la implantación normal del embrión conduciendo a infertilidad o pérdida de embarazos. Su diagnóstico se establece de manera sencialla en el consultorio médico por medio de ultrasonido.
De igual forma se resuelve de manera sencilla mediante un procedimiento ambulatorio de histeroscopia.
Falla hormonal:
Se relaciona principalmente con el nivel bajo de la hormona progesterona en sangre materna durante el periodo de concepción, esto hace que el sistema inmune no puedad adaptarse para tolerar la implantación del embrión y facilita la presencia de contracciones uterinas que terminan por desprender el saco gestacional provocando el aborto. Es muy fácil de tratar mediante la uplementación de progesterona durante el primer trimestre del embarazo, cuando esta es la causa, se puede resolver la pérdida hasta en el 100% de los casos.
Entre los factores que generan una deficiente cantidad de progesterona durant el embarazo o falla de cuerpo lúteo encomtramos a mujeres con enfermedad de ovarios poliquísticos y a mujeres con niveles elevados de la hormona prolactina.
Origen infeccioso:
Existe una serie de microorganismos relacionados a la pérdida gestacional, entre los que encontramos virus y bacterias como Herpes, Citomegalovirus, Toxoplasma, Rubeola, Chlamydia y más.
Aunque se sabe que pueden ocasionar desde la pérdida de un embarazo hasta el nacimiento de un bebé con malformaciones. NO se ha encontrado suficiente prueba de que puedan causar la perdida de embarazos de forma repetida.
Alteraciones cromosómicas:
Falla inmune:
El sistema inmune es el sistema de defensa de nuestro organismo.
Esta compuesto por los leucocitos o glóbulos blancos que forman diferentes tipos de anticuerpos, algunos de ellos nos protegen mientras que otros pueden ser dañinos para el cuerpo.
Durante la gestación el sistema inmune debe experimentar cambios de adaptación o tolerancia, para permitir que el embrión o feto no sea rechazado por la madre y que aún siendo algo extraño para su organismo le permita crecer y desarrollarse.
Temprano en el embarazo el sistema inmune de la madre recibe señales del embrión. Muchas de estas señales son hormonales mientras que otras provienen directamente de la información genética con la que el padre ha contribuido. Algunos mensajes están relacionados con el tipo tisular, conocido como antigeno leucocitario humano o HLA, y el tipo leucocitario. El HLA se expresa en los glóbulos blancos. Es único para cada individuo y pèrmite al organismo identificar cualquier elemento extraño como infecciones, cáncer, órganos transplantados y fetos.
La mitad del HLA del embrión proviene de la madre, la otra mitad del padre
Cuando una mujer se embaraza, el sistema inmune habitualmente reconoce al HLA paterno como algo extraño del propio, la diferencia encontrada permite a la madre identificar al embrión como el embarazo que representa y disparar la producción de anticuerpos protectores para el bebé, que lo cubren de las células maternas asesinas (NK) que habitualmente la protegen de elementos extraños. Si el HLA paterno es muy similar al de la madre, no podrá reconocer con facilidad las diferencias que son vitales para iniciar la producción de una respuesta inmune protectora para el embrión, de la misma manera sucede si el sistema inmune materno cuenta con alguna dificultad para la producción de anticuerpos protectores, ocasionando la pérdida del embarazo en forma repetida.
Cuando este es el problema, actualmente podemos establecer el diagnóstico por medio de estudios de laboratorio, aún sin estar embarazada, estos permiten iniciar un tratamiento oportuno obteniendo hasta el 85% de resultado favorable para que el siguiente embarazo llegue a término normal.
Trombofilias.
Anticuerpos contra Fosfolípidos.
Actividad anormal de células NK (asesinas naturales) .
Anticuerpos anti nucleares.
Lupus eritematoso sistémico (LES).